Los Reyes Magos

ADVERTENCIA: SI TODAVÍA ERES NIÑO, NO SIGAS LEYENDO

Aquí estoy después de otra pausa injustificada. Antier quería hablar sobre lo que haría con 10 millones de dólares jaja. A la mera hora se me hizo demasiado materialista el tema. Ayer quería hablar sobre los Reyes Magos, pero como no me trajeron nada, entonces me dio coraje y ya no escribí nada. Hoy les escribiré sobre ellos ya que se me pasó el enojo.

Pues todos sabemos lo básico sobre los Reyes Magos. Se llamaban Melchor, Gaspar y Baltazar, le llevaron oro, incienso y mirra al niño Jesús montados en un caballo, un camello y un elefante. Después por alguna razón que desconozco y no quiero investigar surgió la tradición de que los 'Reyes Magos' traían regalos a los niños bien portados.

Recuerdan la ilusión de escribir la cartita, comprar el globo, de bajar por las mañanas a buscar los regalos sobre el arbolito, enseñárselos a tus papás, jugar con ellos por primera vez. Era algo muy bonito, al menos para mí. Lo feo del asunto es cuando te das cuenta que no son reales.

Es lo que yo quería contarles. Cómo fue que me enteré que los Reyes Magos no eran reales. El primero que me lo dijo fue mi mejor cuate de entonces, se llamaba Gerardo y era cristiano por lo que para él los Reyes jamás existieron. Entonces un día llegó así de la nada y me dijo: Los Reyes Magos no existen. Yo tendría unos 9 años, así que no le creí y ni siquiera me metió la duda. Después ya con la edad, fui perdiendo el entusiasmo y por comentarios que escuchaba entre los cuates me enteré quiénes eran los verdaderos reyes.

A mí jamás me lo dijeron mis padres. Tal vez fue porque no querían terminar con mi ilusión o porque todavía Andrés estaba muy chico para enterarse. Así que yo me hacía medio güey y me seguían trayendo cosas. Obviamente, mi mamá se daba cuenta que ya no creía, pero no decía nada. Ha de ser feo que te quiten la ilusión desde pequeño. Según me cuenta mi mamá, mi papá seguía odiando (ya de grande) a un señor (entonces niño) que le dijo que los reyes no existían.

Así estuvo mi relación con los Reyes Magos ¿Qué tal la suya?